FAD

Conmemoración de la Ceremonia del Sol que Baila y nuevo libro de la colección Mafalda Tapia.

martes, 23 de julio, 2024

Ceremonia del Sol que baila y presentación de nuevo libro de la colección indígena Mafalda Tapia
Homenaje a la Celebración del Sol que baila del pueblo Comechingón en UPC.

El pasado jueves 27 de junio en el patio de la Escuela de cerámica F. Arranz de la Facultad de Arte y Diseño, Universidad Provincial de Córdoba, se realizó en una emotiva jornada, un homenaje a la celebración ancestral al Sol. La actividad estuvo coordinada por el EFOLK, Editorial de la UPC, y el Seminario Electivo Institucional de Interculturalidad, con la participación de la Dirección de la Escuela Arranz.

En esta oportunidad la ceremonia estuvo coordinada por Sergio Acevedo, nawan (autoridad) de Pueblo La Toma y Pablo Reyna, docente del seminario y miembro de la Comunidad Timoteo Reyna del Pueblo Camiare. Asimismo, contó con la presencia y la participación de un grupo de estudiantes, docentes y amigos que compartieron el ritual.

Acompañó la jornada el sol de la tarde y el calorcito del fuego que favoreció la ronda y los sahumos, así como las coplas de Isabel Ramos y los sikus de la cátedra de Folklore Argentino y Latinoamericano, a cargo del profesor Guillermo Re.
El fuego también calentó una parrilla en la que se prepararon y compartieron tortillas cordobesas calentitas entre las y los presentes. Se sumaron a la actividad, Cátedras de danzas folklóricas del Profesorado en Danzas, el Secundario para adultos «Maite Amaya», siendo una experiencia que también toma forma académica y de formación para estudiantes y docentes de nuestra facultad.

Al cierre de la ceremonia y con este hermoso marco se concretó la presentación del libro Contienda de vínculos, entre lo ancestral y el Monte, Poemas Camichingones de Sergio Ferrer Acevedo, libro que forma parte de la Colección indígena Mafalda Tapia de nuestra editorial. (Este libro puede conseguirse en la Librería El Espejo y también escribiendo un mail a [email protected]).

Fiesta del sol que baila
Por Pablo Reyna
«El sol que baila». Así le llaman tradicionalmente las familias camiare (comechingón) a la celebración del solsticio de invierno, que en otras geografias es conocida como Inti Raymi (quechua), Machaq Mara (aymara), We Tripantu (mapuche). Esta instancia celebratoria del calendario camiare, entiende que un nuevo ciclo cósmico culmina y otro empieza. Un sol muere y otro renace. Y con él, se renuevan las semillas, los vientos transforman su intensidad, los arboles dejan caer sus hojas, los animales cambian sus rutinas. El día se hace mas corto, y es momento de soñar, de habitar las butos (casas), y encender fuegos que calienten nuestros semblantes y espíritus. Históricamente, y segun las memorias del presente, esta celebración, juntaba a las familias serranas alrededor de 4 fuegos, uno por cada punto cardinal, y uno central, alimentado por los anteriores. Los henen, chin o hen (las comunidades) se ubicaban la noche mas larga (que según el año puede ir del 21 al 24 de junio) en esos puntos de referencia, y durante la noche, alimentaban el fuego central, que iluminaba, calentaba y unia a la gente hija de la Canchira (Madre Sierra).

Entre todas las personas se leían las estrellas, se compartian sueños significativos y se pasaba la noche, cantando a veces, en silencio, otras. A la mañana, desde Sinacamche (el naciente) el sol nuevo iluminaba a las familias allí reunidas y éstas bailaban con la salida del astro rey, que esa mañana en particular bailaba, para anunciar el nuevo ciclo. Y la gente serrana bailaba con él, y luego, se dirigian al san (río) o talalo (arroyo) mas cercano a lavarse cara, manos y pies, porque el agua tambien se renovaba y permitia limpiar y dejar que se escurra aquello que debia morir.

El sol nuevo, comenzaba su vuelo que culminaba en Pinacamche (las sierras del poniente) horas mas tarde… En la actualidad, las comunidades camiare, camichingon, comechingon o simplemente cami (con esos nombres hoy se referencian la mayoria de las comunidades), siguen celebrando al «sol que baila», en sus territorios. Sea en la ciudad o en las sierras (o incluso en otras provincias y países), este momento del año, impregna de energia renovada a las personas y familias comechingón que desde la memoria de sus mayores, y en contacto con el territorio sagrado, refortalecen su identidad y renuevan sus sentidos de pertenencia.